- Este nuevo producto crea perfiles conductuales únicos para detectar fraudes complejos sin comprometer la experiencia de usuario.
- La mejora de esta tecnología potencia la seguridad en tiempo real, combinando inteligencia artificial y análisis contextual para identificar patrones anómalos y comportamientos sospechosos.
- Con este nuevo servicio, se ofrece protección continua frente a amenazas como la suplantación de la identidad y el fraude en la apertura de nuevas cuentas (NAF).
Mediante la solución Behavioural Biometrics (Biometría del comportamiento) logramos dar respuesta a uno de los mayores desafíos del entorno digital: identificar y neutralizar fraudes cada vez más sofisticados en tiempo real. Esta tecnología, que analiza más de 3.000 señales contextuales, es capaz de generar un perfil conductual único de cada usuario para detectar actividades sospechosas sin necesidad de conocer su biometría tradicional.
“El objetivo de este producto es crear un “ciber-ADN” a partir de diversos parámetros sobre el usuario basados en su biometría del comportamiento, algo tan único como sus huellas dactilares. Para ello, la solución reconoce características únicas e individuales en la forma que las personas escriben o se relacionan con sus dispositivos electrónicos como móviles u ordenadores, facilitando la verificación de una forma precisa”, explica Jorge Sanz, director general de Facephi.
Seguridad en tiempo real mediante IA y análisis contextual
Behavioural Biometrics se integra perfectamente en nuestro ecosistema de productos, combinando análisis contextual con inteligencia artificial. La solución no solo mejora la autenticación del usuario, sino que también evalúa continuamente el riesgo en función del contexto de cada interacción, como la geolocalización o el historial de transacciones, adaptándose a nuevas amenazas a medida que surgen.
Es decir, el sistema recopila diferentes parámetros a través de la biometría del comportamiento: cómo un usuario usa un dispositivo, capas de análisis de comportamiento o cuándo, desde dónde y a qué accede el usuario. También proporciona información sobre el dispositivo y la red, incluidos todos los datos asociados que se utilizan para acceder a un sitio web protegido o un servidor de aplicaciones móviles.
Gracias a su capacidad para analizar señales dinámicas, esta tecnología proporciona una capa adicional de protección, evaluando cada interacción digital en su contexto y garantizando que solo los usuarios legítimos puedan acceder a los sistemas y servicios en sectores regulados y tan sensibles como la banca, las fintechs, los seguros o la salud, donde la protección de la identidad digital es crucial. Esta solución asegura que las interacciones de los usuarios estén protegidas en todo momento, cumpliendo con los más altos estándares de seguridad.
Esta capacidad ayuda a prevenir la suplantación de identidad o la apertura de cuentas fraudulentas (NAF), al detectar comportamientos dudosos como cambios en la forma de teclear, cambios de foco en la pantalla o tiempos de respuesta anormales.
Así, en tan solo dos interacciones, podemos identificar a la persona real detrás de cada usuario con una precisión del >99% en cuestión de milisegundos. También detecta anomalías, califica riesgos y genera alertas, permitiendo a las empresas configurar fácilmente el sistema para controlar los casos de fraude automáticamente.