Seguramente te has encontrado ya antes con el acrónimo AML, que corresponde a Anti-Money Laundering, es decir, Anti-Blanqueo de Capitales. ¿Pero a qué hace referencia este término relacionado con la identidad digital? Se trata de un marco jurídico que engloba distintos procedimientos para la prevención de delitos financieros.
La Directiva AML5, junto con el Reglamento eIDAS de servicios de confianza establecen el marco regulatorio para los procesos KYC/AML en Europa. Se crea así el marco normativo que hace posible la adopción de la vídeo identificación para los procesos de nueva contratación de servicios y apertura de cuentas, de forma online y segura.
Recientemente se aprobó la ley AML6 que desarrolla y concreta las sanciones, además de añadir controles a los procesos de verificación de identidad online. Su objetivo es el de unificar las regulaciones europeas anti-blanqueo, definir mejor la responsabilidad de los sujetos obligados (procesos KYC), así como la evolución de la responsabilidad corporativa donde exige compromiso a la persona jurídica.
Por este motivo, desde Facephi, y como proveedores de herramientas para realizar este tipo de procesos de forma segura y a distancia, nos aseguramos de que nuestras soluciones cumplan con las normativas vigentes.
¿Y qué hay del KYC? ¿Es otra normativa?
La respuesta es no, se trata de un concepto que hace referencia al proceso de verificación de identidad de una persona. Pero este término no hace referencia a ningún proceso en particular, por lo que es importante por parte del proveedor indicar qué tipo de proceso lleva a cabo para asegurar su veracidad. KYC, que corresponde a Know Your Customer, puede entenderse como un procedimiento destinado a verificar la identidad del usuario. El KYC tiene varios pasos, que dependiendo del sector podrán ser más o menos estrictos. Generalmente suelen tener esto en común:
- Verificación para saber si una persona está en alguna lista internacional de Personas Políticamente Expuestas
- Análisis de los riesgos en función de su actividad
- Supervisión y seguimiento de las transacciones que realiza
Por lo tanto, mientras AML sí se trata de una regulación legislativa, KYC no. Indistintamente, en Facephi, y a través de la biometría facial, dactilar, periocular o comportamental, cumplimos con los pasos correspondientes para que la verificación de identidad digital sea segura, correcta y eficiente. Y además de respetar la normativa, incorporamos una capa extra de seguridad, aplicando nuestros propios procesos para asegurar que la biometría sea cívicamente responsable.